No es la primera vez. Ya he pasado por aquí.
Ya he pasado por aquí antes, pero ya nada es igual.
Antes iba en otro sentido, caminaba más deprisa, tenía los zapatos más nuevos, me sobrevolaban otros pájaros, llevaba menos equipaje pero más carga. Entonces, no conocía la salida de emergencia.
21 de julio de 2016
22 de junio de 2016
11 de marzo de 2016
14 de febrero de 2016
San Valentín. Mucho cuidado con el "amor".
Una vez de pequeña me asaltó la duda. ¿San Valentín y
Cupido son la misma persona? ¡Qué digo persona!, pero en serio, ¿quiénes son
San Valentín y Cupido? Da igual. El caso es que representan el amor, eso
parece. Pero… y ¿qué es el amor? Cuidado con el “amor” porque hay mucho “mal
querer” por ahí y demostrado está con la cantidad de víctimas que conocemos día
tras día, agredidas por sus parejas.
Y sí, ya sé que también se da el caso contrario, pero
permitidme que esto vaya dedicado a las mujeres. A nosotras, que nos vendieron
un mundo de príncipes que aparecían en un caballo blanco para salvarnos. Pero…¿
para salvarnos de qué? Veamos unos cuantos puntos sobre ciertas ideas
asociadas al amor:
Sobre el cuento del príncipe que se convierte en rana, ¿por
qué siempre te olvidas de esta última parte? Ya que nos contaron muchos
cuentos, considera que puede haberte salido rana y lárgate.
No es imprescindible en la vida tener una media naranja,
porque tú, sí TÚ, puedes ser una auténtica naranja por ti misma. Puedes estar completa por ti
misma y por otra clase de amores.
Y por cierto, hablando de naranjas. Somos más parecidas a
ellas de lo que te crees, pues tenemos esa jodida capacidad para ir estupendas
por fuera y hechas pedazos por dentro. Pero no, nada de disimular. Si hay que pedir ayuda ¡se pide!.
¿Por qué no valoras la posibilidad de que ese cupido que lanza
las supuestas flechas del amor haya errado el tiro? Quizás se equivocó. No
tiene la verdad absoluta y tú puedes
rectificar.
Y cuando te dicen que “eso no es amor”… lo importante no
es convencerte de que no te quiere, porque quizás sí. Supongamos por un momento
que esa es su forma de querer. Extraña, pero pensemos que puede ser… La verdadera
cuestión es: ¿tú quieres ser querida así?, ¿en serio? Reflexiona profundamente porque
esta no es una pregunta para aprobar un examen.
Que tienes que aguantar porque lo quieres, que tienes que
luchar por amor…bla bla bla… ¿Cómo? A ver, el amor es eso… amor, ¡no es la
guerra!.
“Me completa”, “él me hace mejor”, “me hace
ser especial”... Tú ya estás completa por ti misma, ya eres mejor y ya eres
especial. ¿Acaso te crees que él ha nacido con un don o le han dado una varita
mágica para ir por ahí de buen samaritano haciendo mejores a las pobres
desvalidas? Tú ya eres especial, el resto es un añadido que algunas personas
encuentran, otras no y no es el fin del mundo. También puedes probar opciones,
no hay por qué quedarse con la mala.
Pero a ver, ¿es necesario
estar con alguien por encima de todas las cosas?, ¿por encima de palabras y
gestos que duelen?, ¿por encima de agresiones físicas?... En realidad, ¿crees
que no hay más vida, que no puedes vivir sin esa persona? Olvidas que cuando
naciste él no estaba y tú ya tenías vida, porque es un privilegio que tenemos,
poder vivir nuestra propia vida.
Quizás eso de amar al
prójimo está sobrevalorado. Está bien, ¡claro!, pero no te olvides que antes
tienes que quererte a ti misma. Que sí joder, quiérete mucho… no hay mejor amor
hacia los demás y mejor escudo que el amor propio. Y olvida eso de que eres una
sobrada por quererte y adorarte. ¿Por
qué llevamos siempre todo a los extremos? Repite conmigo:
ME QUIERO!
Feliz Día de San Valentín a
todas.
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