Si eres un “kamikaze” de la vida eres de esas personas que
no te enteraste en que momento se repartieron las reglas del juego. Por lo
tanto lo más probable es que juegues sabiendo que tienes elevadas opciones de
perder. Pero te da igual.. mientras el desarrollo del juego tenga algo que vale
la pena.
Seguramente lucharás hasta cuando la guerra ha terminado,
obviando claramente ese razonamiento que dice que una retirada a tiempo te
habría ahorrado muchas batallas inútiles.
Puede que sobrevalores ciertos momentos de felicidad, o
supuesta felicidad, y por ello estés
dispuesto a aguantar un dolor innecesario, cuando quizás lo que pensabas que te
hacía sentir bien ni siquiera se acercaba a la felicidad.
Pero… y cuando la felicidad es de verdad? Los kamikazes de
la vida siempre van al límite, no pueden quedarse quietos, viendo como todo
pasa muy deprisa como la gente camina demasiado rápido. Asi que,
lo más seguro es que vivas intensamente el momento, aún sabiendo que al final te puedes estrellar.
Si eres este tipo de persona.. seguramente sentirás el miedo
intenso a desprenderte de algo o de alguien, a desprenderte de algo en lo que
creías, de un recuerdo, de un pensamiento, de una vivencia, de un micromomento…
es un miedo tan grande como otro cualquiera, pero se pasa.
Los kamikazes de la vida no calculan los finales, sólo se
enganchan a los principios.
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